Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales

Última actualización:
2024-12-25 08:41

PORFIRIO MUÑOZ LEDO

Fecha Publicación: 05-08-2024

En días pasados el jefe de Gobierno develó un busto para recordar a un político excepcional: Muñoz Ledo. Cuando murió dije, a título de homenaje, que en su cabeza cabía el Estado y en su corazón México. No eran palabras huecas, circunstanciales; de esas que se pronuncian por compromiso. Un año después, y al ver su cabeza en piedra, celebro que los capitalinos no olvidemos que fue nuestro senador y primer cargo electo, junto con Ifigenia Martínez, en esta capital. Representó el ánimo insurrecto por sacudirnos la complacencia y cortesanismo del partido hegemónico, esas veleidades que hoy regresan con nuevos ropajes. Porfirio revolucionó el Senado dominado, entonces, por ese priismo de naftalina que apostó siempre que las formas, más o menos almibaradas, escondían ese pensamiento vertical y burocrático cuya motivación principal era la perpetuación del poder. Como todo sistema vivo, el priista estaba pensado para replicarse y olvidó, por tanto, que el poder siempre es un medio para conseguir un fin. Hoy quien ocupa el asiento de Porfirio es un personaje de apellido Chíguil. ¿Cuánto han cambiado las cosas en esta capital? ¿Cómo es que la ruta que tanto nos entusiasmó en el 88 iba a tomar, poco a poco, el camino del conformismo burocrático de una izquierda que, instalada en el poder, no siente pudor por avasallar, como antes fue avasallada? Como el Andrea Chénier de Giordano tras consagrar su genio a denunciar la verticalidad y el autoritarismo del antiguo régimen, se convirtió en un instrumento de los males que combatió. Porfirio desafiaba esa molicie con inolvidables discursos parlamentarios que tuve la fortuna de compilar y que hoy, como su busto en el parque, resplandecen en las estanterías de las bibliotecas. Su capacidad de argumentar me sigue pareciendo fabulosa.

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