Fecha Publicación: 02-08-2024
Una fiscal frente a un delincuente convicto.
La campaña presidencial del Partido Demócrata estadounidense puede reducirse a esa frase, parte verdad y parte burla, y es en cierta forma un resumen del nuevo entusiasmo con que el partido del presidente Joe Biden acogió el cambio de candidato y la virtual nominación de la vicepresidente Kamala Harris en su lugar.
Y no es que Harris sea particularmente popular o que se haya distinguido en el papel de vicepresidenta, un puesto que no está hecho para brillar y que sólo en los últimos 40 años ha alcanzado prominencia gracias a George H.W. Bush, Al Gore, el propio Biden y por la dignidad de Tim Pence, el que fuera vicepresidente del nuevamente candidato Donald Trump.
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