Publication Date: 22-07-2024
Llegó el momento que a lo largo de las últimas semanas se fue gestando. Inicialmente Biden no quería retirarse, pero la presión fue creciendo irremediablemente. El discurso de muchos actores pasó de “una mala noche de un debate” a la franca convicción de que el presidente no era una opción viable para derrotar a Trump. Hasta el momento de este escrito, una parte importante del partido demócrata, incluido el propio Biden, parecen estarse alineando hacia Kamala Harris. Pero aún falta ver si su candidatura se confirma o si se genera algún tipo de competencia. Me concentro ahora mismo en comentar algunos de los efectos que esta situación tiene para temas de la política exterior estadounidense.
1. Ya desde hace semanas indicamos que, pasara lo que pasara, el impacto inmediato de toda esta situación interna en EU, no podía ser positivo para Washington. Claramente, Biden estaba perdiendo fuerza y concentración. No podemos dejar de señalar que en estos momentos hay infinidad de asuntos internacionales en plena explosión, lo que incluye dos guerras mayores con múltiples aristas y vertientes cada una de ellas, además de otras situaciones en donde EU tiene intereses o en donde esa superpotencia compite por el poder, los cuales van desde Corea del Norte hasta Venezuela, desde Myanmar hasta el Sahel africano.
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