Fecha Publicación: 15-07-2024
Conforme avanza el proceso político queda cada vez más claro que las dirigencias de los partidos opositores, especialmente el PRI y el PAN, viven en el mejor de los mundos. A pesar de que fueron derrotados con amplitud en las urnas, sus directivos y coordinadores no parecen en absoluto angustiados, avergonzados y mucho menos compungidos. Por el contrario, hablan con una arrogancia digna de mejor causa.
La forma en que en una organización se procesa la derrota habla con más claridad de los objetivos que perseguían sus líderes, que cualquier otro discurso; es la confesión perfecta. Compitieron no para ganar, porque nunca estuvo en su ánimo la creación de un proyecto de gobierno, buscaban sobrevivir en el nuevo ecosistema.
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