Fecha Publicación: 05-06-2024
El país nos demostró que muchos vivimos en una burbuja. Esta forma de aislamiento de perspectivas, experiencias y realidades diferentes a las nuestras puede llevarnos a una visión distorsionada del mundo. Este aislamiento puede ser intencional o resultado de factores como el entorno social, el consumo selectivo de medios de comunicación, la movilidad específica y la afinidad ideológica. Las consecuencias de vivir en una burbuja incluyen una comprensión limitada de la complejidad de los problemas sociales y políticos, la incapacidad para empatizar con aquellos que tienen puntos de vista diferentes y la propensión a la polarización y el conflicto.
Ejemplos políticos ilustrativos de este fenómeno abundan. En Estados Unidos, la polarización entre liberales y conservadores, que consumen noticias y contenidos que refuerzan sus creencias sin considerar las opiniones contrarias, es un claro ejemplo. Otro caso es el Brexit en el Reino Unido, donde muchos, tanto a favor como en contra de la salida de la Unión Europea, parecían vivir en realidades completamente separadas, informadas por narrativas opuestas sobre las consecuencias y beneficios del Brexit. Hoy, sin duda alguna, tenemos un nuevo ejemplo: lo ocurrido en la reciente contienda electoral del 2 de junio en México.
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