Fecha Publicación: 21-05-2024
El fallecimiento del presidente iraní, Ebrahim Raisi, en lo que se describe como la caída accidental de un helicóptero provocó sin embargo especulaciones sobre su impacto y aún posibles luchas internas en el seno del régimen de una República Islámica largamente controlada por elementos "de línea dura".
Raisi, al que se presentaba como probable sucesor del "Líder Supremo", Ayatolá Ali Jamenei, era más conocido como "el Carnicero de Teherán", por su papel en las ejecuciones masivas de prisioneros políticos en 1988, como fiscal adjunto y miembro del llamado "Comité de Muerte" creado ese año para enjuiciar a disidentes.
A pesar de que la cifra de ejecutados es desconocida, algunas publicaciones la ubican entre los 2,800 y los 30,000, aunque en 2018 Amnistía Internacional estimó que fueron "entre 4,500 y 5,000". La agrupación apuntó que hubo secuestros y ejecuciones extrajudiciales.
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