Fecha Publicación: 29-04-2024

En 1997, Cuauhtémoc Cárdenas ganó las primeras elecciones de la Jefatura del DF, hoy, Ciudad de México. Antes de esa elección, el Presidente de la República nombraba a un regente y 16 delegados en las alcaldías. Pero, la administración local era un desastre. A la mayoría de los personajes designados les importaba poco lo que sucediera en su demarcación porque no eran chilangos. Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Tlalpan, Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta sufrían los mayores efectos negativos. Calles sin pavimentar, servicios ineficientes de recolección de basura, drenajes obsoletos, infraestructura educativa insuficiente, sin semáforos ni agua.

Pero, con las reformas políticas que consolidaron el régimen democrático a finales de la década de los años 80 y principio de los 90, las reglas electorales cambiaron. Hubo mayor competencia y comenzó la rotación de las élites de poder político. Cientos de líderes de organizaciones sociales que surgieron después de los sismos de 1985 participaron en las elecciones de 1988 y las posteriores, disputando el poder político, por primera vez, desde el espacio territorial al partido oficial.

Sigue leyendo aquí