Fecha Publicación: 23-04-2024
Uno de los indicadores centrales del estado de salud de una democracia es el nivel de confianza que los ciudadanos tienen en sus instituciones. Trátese del Poder Judicial, de las Fuerzas Armadas, el Gobierno Federal o las Instituciones Nacionales (así, con mayúsculas), una muestra de declive democrático, de decadencia-país (por inventar un nuevo término para los politólogos) es qué tanto cree en ellas la ciudadanía y cómo se compara frente a otros países de similares niveles socioeconómicos.
Cuando se observa un declive sostenido o cuando se cae a lo largo de los años en los “rankings” internacionales, hay motivos de sobra para preocuparse. Y cuando quien hace las mediciones no es un novato en el terreno, las luces de alarma pueden y deben pasar de amarillo a naranja encendido.
La encuesta a la que me refiero la realiza desde hace dos décadas Gallup, una empresa internacional altamente respetada, y los resultados son verdaderamente alarmantes: la confianza en el Gobierno es de apenas 30%, mientras que la confianza en el sistema judicial es del 42%, el más bajo del grupo de naciones evaluadas. En lo que toca a las Fuerzas Armadas, la calificación es engañosa: un 81% confía en ellas, lo cual suena muy alto hasta que, al comparar vemos que este es el nivel más bajo de su historia..
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