Publication Date: 18-04-2024
La visita del primer ministro japonés Fumio Kishida a Washington la semana pasada tuvo poco impacto mediático gracias a los acontecimientos internacionales como el allanamiento de la Embajada de México en Quito, Ecuador, y el ataque de Irán a Israel. Pero pienso que la visita tuvo una importancia mayúscula tanto para lo que acontecerá en Asia en los próximos años, como también en el marco del T-MEC.
En término geopolítico, Japón estableció proactivamente lineamientos de lo que serán sus acciones en materia de seguridad regional, al fortalecer su alianza militar con EU y Filipinas.
El reciente anuncio de una mayor cooperación de Tokio con Manila fue la antesala de lo que aconteció en Washington con la visita de Kishida. Pero este cambio no es sólo un discurso: va acompañado del aumento de las capacidades de defensa de las Fuerzas de Autodefensa. Un ejemplo claro fue la reciente adaptación del portaviones japonés clase JS Izumo para poder operar los aviones F-35B que podrán aterrizar verticalmente y despegar de manera normal desde la nave. Algunos aeroplanos con esas características fueron precisamente los que se usaron para neutralizar drones y misiles iraníes el pasado fin de semana.
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