Publication Date: 05-04-2024
Nunca rendirse. Siempre contraatacar y contrademandar.
Jamás admitir la derrota y cantar victoria, sin importar que tan mala sea la situación.
Si alguien lo quiere así, esos principios pueden ser definidos como un mantra político o como una práctica de leguleyos.
O ambos.
El hecho es que esos son los principios que gobiernan la actitud del expresidente Donald Trump, y no de ahora, sino desde que llegó en 1973 a la isla de Manhattan, desde el vecino barrio neoyorquino de Queens, y contrató a Roy Cohn como su abogado.
"Aparte de su padre, la influencia más importante sobre el futuro presidente fue Roy Cohn", escribió Maggie Haberman del New York Times en su biografía de Trump, Confidence Man.
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