Fecha Publicación: 04-04-2024
A veces escuchamos hablar de la democracia en destrucción durante este sexenio.
Más bien, debería decirse del proyecto democrático que estaba en desarrollo y fue interrumpido por el actual gobierno, so pretexto de costos.
Porque la realidad es que desde los años 90 México estaba embarcado en un proceso de largo plazo para crear instituciones independientes que sirvieran como contrapesos al poder Ejecutivo y supervisaran procesos electorales, cotejaran la cuenta pública, garantizaran transparencia y fortalecieran así a los poderes legislativo y judicial.
No estábamos, ni como país, ni como sociedad, cerca de concluir un trabajo que podría definirse como generacional para crear una democracia capaz de enfrentar corruptela o influyentismo. Pero sí estábamos mejor que hace 50 años, incluso que en los años 90, cuando se creó el Instituto Federal Electoral (IFE) y comenzó el proceso de organizar mecanismos electorales fuera del interesado control gubernamental.
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