Fecha Publicación: 03-04-2024
La globalización en el siglo XXI nos ha mantenido ¿mejor informados? O simplemente nos encontramos entre una vorágine de información que nos conserva inmersos en diversas temáticas, las cuales lejos de ocuparnos, nos preocupan y nos llevan a experimentar ansiedad e incertidumbre. La muerte aparece representada cada día al abrir un periódico o revisar diversos medios de comunicación e inadvertidos, se encuentran mecanismos de los que poco se habla, pero que ejercen un poder real en las cotidianeidades de las personas.
Como latinoamericana, hablo desde la región que me ocupa y que, tiene como rasgo característico suincapacidad para autodeterminarse y cuyos líderes se posicionan al servicio de intereses provenientes de los centros del sistema mundial y osan llamar interés nacional a sus particulares deseos. Dispuestos a formar parte de ese exclusivo club, mantienen una posición subordinada y permisiva respecto a las acciones de intervenciónextranjera, arguyendo, contradictoriamente, la búsqueda de la paz, la esperanza y la libertad (mediante laexplotación y la guerra, ya sea armada, comercial o cultural).
Nuestra América, la América Latina, comparte continente con una hegemonía en decadencia, la estadounidense; las pruebas de ese declive se han visto desde la década de los años 70, donde la aceptación de su agenda se da más por imposición que por aceptación, con un reducido apoyo a sus incursiones armadas, Vietnam será elinicio del fin de su dominio. En ese sentido, la industria de la guerra se ha convertido en su principal herramientapara aparentar que aún ostenta esa supremacía en el mundo y especialmente, en el territorio que han definido como su “patio trasero”, como su “área natural de influencia”, como su destino manifiesto para hacer a “Américagrande otra vez”.
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