Fecha Publicación: 19-03-2024
“Un fantasma recorre el mundo.” Tomé la frase prestada del célebre “Manifiesto Comunista” de Marx y Engell de 1848. Me refiero a la creciente confrontación geopolítica entre Estados Unidos, y China y Rusia. No se trata de una simple repetición de la guerra fría que enfrentó a nuestro vecino con la desaparecida Unión Soviética durante la segunda mitad del siglo pasado. A diferencia de aquella época, esta confrontación sinoestadounidense se expresa en una creciente competencia económica y tecnológica, que se refleja, cada vez más, en la esfera militar y estratégica.
Durante el tiempo que duró la guerra fría, los países socialistas creían que su sistema económico y social era muy superior al capitalismo reinante en Estados Unidos y Europa occidental. La Unión Soviética y, en menor medida, la China Popular, buscaban exportar su modelo a países de Asia, África y América Latina. Apoyaban sin reservas a los movimientos nacionalistas locales que se alzaban contra la dominación occidental que habían padecido durante siglos. Lamentablemente, para contrarrestar lo que veía como una ampliación de la influencia soviética en América Latina y el Caribe, Estados Unidos reaccionó con planes y estrategias destinados a socavar a gobiernos reformistas, como ocurrió en Guatemala en 1954, y para derrocar a gobiernos socialistas elegidos democráticamente, como el caso de Chile en 1973.
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