Fecha Publicación: 14-03-2024
Cada vez se escuchan con mayor frecuencia y con mayor estridencia los tambores de guerra a favor del proteccionismo regional de América del Norte. Y no sólo en Estados Unidos donde se ha vuelto políticamente incorrecto pronunciarse por el libre comercio, sino también, de manera aún tímida, en México. Por proteccionismo regional se entiende obstaculizar importaciones e inversión provenientes de China. Ejemplos de ello son los llamados para gravar las importaciones de acero y aluminio provenientes de México bajo el argumento de que benefician a China o artículos que dicen se exportan a través de México para eludir barreras a China.
No será fácil resistir el canto de las sirenas, pero el gobierno entrante deberá abordar este tema de manera estratégica y no dejarse llevar, sin reflexión, por grupos de interés de uno y otro lado de la frontera. Aunque puede haber cierta convergencia de intereses entre México, Estados Unidos y Canadá, la política comercial y de inversión con respecto a China y al resto del mundo no tiene por qué ser idéntica. No asistir a las cumbres de América del Norte a sabiendas de lo que está en juego es un grave error; si no se sabe, más.
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