Publication Date: 11-03-2024
Después de dos semanas de juicio, presentación de evidencias, declaraciones de testigos y deliberación del jurado, el viernes pasado en el Tribunal Federal de Distrito en Nueva York se determinó que un presidente que había jurado respetar la ley y perseguir a los criminales se terminó asociando con quienes debía perseguir.
Volcando al aparato del Estado a su servicio para que pudieran seguir enriqueciéndose con el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
El presidente en cuestión es Juan Orlando Hernández, quien ejerció todo el poder en Honduras por casi una década, entre 2014 y 2022. Tan sólo 19 días después de que dejó la presidencia, fue detenido en su casa, pues en Estados Unidos llevaban años preparando y acumulando evidencias que demostraban cómo su gobierno se había coludido con el crimen organizado y narcotraficantes. Una vez separado del poder, en cuestión de días terminó extraditado, para ser juzgado en el mismo lugar en que figuras como Joaquín El Chapo Guzmán o Genaro García Luna enfrentaban la justicia estadounidense.
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