Publication Date: 27-02-2024
La creciente y ya prolongada acrimonia entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y periodistas, especialmente de medios tradicionales, nacionales y extranjeros, puede tener ventajas políticas inmediatas para el mandatario, pero una imagen negativa a largo plazo.
Más allá de reportajes recientes, la relación entre el mandatario mexicano y los medios en general ha sido mala por años, incluso con algunas de aquellas publicaciones y periodistas que en su momento –por conveniencia y por convicción profesional– le abrieron puertas o espacios.
Pero el choque más reciente incluyó la indebida divulgación de datos personales de Natalie Kitroeff, corresponsal de The New York Times, luego de que el diario consignara que las autoridades estadounidenses habían sido informadas, pero no prosiguieron una investigación en torno a versiones de que personas cercanas al propio Presidente habían recibido dinero de narcotraficantes durante la campaña política de 2018.
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