Fecha Publicación: 20-10-2023
Al grito de “¡Libertad! ¡Libertad!”, con celulares prendidos, globos y pelotas botando entre los asistentes y música a todo volumen, el cierre de campaña de Javier Milei emulaba más un concierto que a un evento político. Pero detrás de la euforia, se esconde una realidad que podría cambiar radicalmente el rumbo de Argentina.
Milei, abierto admirador de Donald Trump y quien no teme hacer declaraciones escandalosas para llamar la atención, sigue ganando terreno en la política argentina. Tras ganar las elecciones primarias, y aun con un desempeño mediocre en los debates, se encuentra en una posición privilegiada para alcanzar la presidencia. Su argumento principal es que el modelo económico intervencionista y asistencialista de Argentina ha fracasado. Y tiene razón.
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