Fecha Publicación: 05-10-2023
Todos los partidos políticos, sin excepción, son entes profundamente egoístas. En países como el nuestro, su objetivo tiene márgenes perfectamente definidos: obtener recursos públicos, ganar elecciones y hacerse del poder. Cualquier cosa detrás de su arreglo institucional, sea la formación de cuadros, la movilización territorial para el voto, o la atención ciudadana sus funcionarios electos son, al final del día, accesorio de lo principal.
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