Publication Date: 14-09-2023
Este fin de semana, los líderes del G-20 celebraron su reunión anual en Nueva Delhi, India. El encuentro estuvo marcado por la creciente tensión entre los países del llamado bloque occidental y la alianza sino-rusa, reflejada en la ausencia de Xi Jinping y Vladímir Putin.
En ese contexto polarizado, las expectativas no eran muy alentadoras. Menos aún cuando, hace apenas dos semanas, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) aceptaron las candidaturas de Arabia Saudí, Argentina, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Etiopía e Irán para integrarse a dicho mecanismo. La intención de fondo es clara: intentar crear un contrapeso geopolítico frente al liderazgo de Estados Unidos.
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