Fecha Publicación: 11-09-2023
La democracia no se defiende sola. Las instituciones y los derechos nunca pueden darse por sentados ni conquistados de manera definitiva, pues pueden perderse en un abrir y cerrar de ojos, incluso ahí donde se creen seguros.
A 50 años del golpe de Estado en Chile que derrocó al presidente democráticamente electo, Salvador Allende, y con la autocracia y los populismos avanzando en todas las latitudes, el caso chileno es un recordatorio permanente de las consecuencias de romper los acuerdos democráticos.
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