Fecha Publicación: 30-05-2023
El pasado jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió las cartas credenciales del nuevo embajador de China en México, Zhang Run, que semanas antes de ser oficialmente recibido en este país, ya había sostenido reuniones con poderes e instituciones nacionales. El diplomático no esperó a estar debidamente acreditado para hablar con legisladores sobre las relaciones comerciales, con la secretaria de Cultura sobre los intercambios culturales y con el Instituto Nacional de Migración sobre la migración. Dos días después, en un inusual mensaje en Twitter, criticó a los medios mexicanos por su cobertura sobre el fentanilo ilegal, haciendo eco, se quejó, de las acusaciones en Estados Unidos. Su estrategia es clara. Seducir al gobierno con el poder suave que da el dinero, y coquetear con López Obrador elogiándolo por criticar a los políticos en Washington.
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