Publication Date: 12-05-2023
Los últimos días de abril y los primeros días de mayo numerosas caravanas del crimen organizado aterrorizaron a la población de Matamoros, Reynosa y San Fernando con total impunidad. Hubo muertos y heridos, pero las autoridades y la clase política, tanto a nivel federal como estatal, estuvieron más preocupados en que a ellos nos les afectara políticamente el clima de violencia, que en cumplir con su deber de garantizar la seguridad de la población.
Es frecuente escuchar que ante el cambio de gobierno estatal se renegocian acuerdos y se desata una batalla campal entre los propios grupos delincuenciales para el control de rutas del narcotráfico, y de todo tipo de flujos de la economía criminal.
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