Publication Date: 03-05-2023
El Estado mexicano en las últimas dos décadas ha dado un salto cualitativo al vincular sus normas y criterios con las disposiciones internacionales que promueven el principio de igualdad entre mujeres y hombres, como consecuencia, se han puesto en marcha políticas públicas dirigidas a transversalizar la perspectiva de género. La ausencia de oportunidades laborales es parte de una agenda pendiente.
La desigualdad económica de género tiene una de sus manifestaciones en el acceso a espacios de toma de decisiones en el sector público y el privado por los techos de cristal y suelos pegajosos. Alcanzar los objetivos de igualdad en cuanto al mérito y la capacidad en todos los niveles y puestos, requiere el establecimiento de una política de Estado que garantice la libertad de decidir dónde emplearse en condiciones de acceso equitativas.
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