Fecha Publicación: 24-04-2023
Nos encontramos ante un contraste de principios. Norberto Bobbio.
Están prendidos los focos rojos. Las recientes declaraciones del presidente López Obrador en Veracruz, ordenando a su gabinete que ni siquiera conteste el teléfono a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, son inadmisibles en una República. Los poderes públicos están obligados a mantener la comunicación y sus titulares igualmente a reunirse cuando sea necesario. Sus agendas no son de bautizos o primeras comuniones.
López Obrador es experto en agitar las aguas y crear tempestades. Pero cae cada vez más en la desmesura con su retórica castrista, “alertando” a los mexicanos sobre una posible invasión extranjera. Esos recursos ya no son unificadores por descontextualizados y patéticos. Son excesos típicos del político autoritario.
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