Fecha Publicación: 27-02-2023
Europa se acostumbró por siglos a ser el centro de toma de decisiones del mundo. La reciente cumbre de seguridad de Munich comprobó una nueva realidad. Mientras que los rusos no fueron invitados a la mesa, Brasil y China aprovecharon el vacío de poder para llenarlo con ambiciosas agendas.
Asistieron los representantes de los gobiernos más influyentes del planeta. El nivel de las delegaciones diplomáticas evocó a los consejos de paz de las guerras napoleónicas y a los de las dos guerras mundiales. Pareció un encuentro del Grupo de los 20, pero con esteroides.
Sigue leyendo aquí