Fecha Publicación: 22-02-2023
En noviembre de 2021 se efectuaron elecciones para renovar la presidencia de Nicaragua, un mero trámite en el que Daniel Ortega obtuvo el 75% de los votos para ampliar por cinco años más su gobierno al lado de su esposa, Rosario Murillo, que es la vicepresidenta. La dupla Ortega-Murillo despejó el camino a su segundo mandato, encarcelando a decenas de líderes de oposición acusándolos de ser agentes de gobiernos extranjeros.
Mediante juicios sumarios fueron sentenciados a largas condenas activistas y políticos contrarios al régimen, en prisiones con características propias de una dictadura. De forma sorpresiva, el 9 de febrero fueron liberados y expatriados 222 disidentes a Washington; mientras volaban la Asamblea Nacional modificó la Constitución para despojarlos de la nacionalidad por “menoscabar la independencia, la soberanía y la autodeterminación del pueblo”, lo que demostraba el control absoluto del poder judicial y legislativo. Entre los deportados se encontraban Dora María Téllez (la Comandante Dos del sandinismo), Cristiana Chamorro y Félix Maradiaga, aspirantes presidenciales en 2021.
Sigue leyendo aquí