Fecha Publicación: 11-01-2023
Una voluntad de cooperar y negociar, una visión compartida y ambiciosa, con conocimiento profundo de los temas por abordar, así como con disciplina y talento para implantar y dar seguimiento a lo acordado, son los ingredientes necesarios para que cualquier relación entre países tenga buenos resultados. Si alguno de ellos no existe o es insuficiente, los logros serán nulos o magros.
En el caso de la relación actual entre los gobiernos de México y Estados Unidos, al menos la visión no es del todo compartida, lo que la hace menos ambiciosa. Mientras una de las partes considera a la política exterior una colección de símbolos, la segunda, sin desdeñar los símbolos, concentra sus esfuerzos en lograr que la sustancia la defina.
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