Fecha Publicación: 18-08-2022
Decir que la geopolítica es una ciencia perversa es casi un lugar común. La realidad es que es como la gravedad: sus efectos existen, son visibles y pueden sentirse.
De esto pueden dar fe países que como Ucrania, sienten en carne propia el impacto de tratar de marcar una ruta sin tomar en cuenta las consideraciones y los temores de una Rusia preocupada porque "Occidente" quedaría muy cerca de Moscú.
Ciertamente, Rusia nunca ha sido tímida para tratar de sostener lo que considera como su seguridad y en cierta forma comete el error, común en las grandes potencias, de pasar por alto los intereses de sus vecinos o tratar de infundirles miedo.
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