Fecha Publicación: 24-06-2022
Los flujos migratorios de México, Centroamérica y de muchas otras latitudes del planeta siguen saturando la frontera sur de Estados Unidos y provocan roces entre nuestro gobierno y Washington.
Los funcionarios mexicanos deben aprovechar la crisis permanente en que se ha convertido la frontera entre ambos países para trabajar con sus homólogos estadounidenses e iniciar un diálogo renovado en torno a los principales motores económicos de la migración y aumentar la fuerza de las redes financieras entre ambos países.
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