Fecha Publicación: 06-01-2022
Como sabemos el asalto al Capitolio no fue producto de una invasión extranjera o fraguado por un puñado de manifestantes furiosos y aislados por los resultados electorales que encumbraron a Joe Biden como el presidente número 46 de la Unión Americana, sino fue planeado, ejecutado y orquestado desde el seno de la Casa Blanca. Una lección muy dolorosa de digerir para un país considerado ícono de la democracia liberal y una súperpotencia que ejerce dominio, influencia y poder sobre las decisiones que se toman en el resto de los países.
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